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Mis (muchos) miedos antes del 1r Triatlón

 

El domingo 3 de mayo hago mi primer Triatlón Sprint en el Canal Olímpic de Barcelona. Al pensar en ello la pregunta que me viene una y otra vez es: “¿Estás segura?”. Y aún no sé cuál es la repuesta correcta. Mentalmente estoy muy fuerte, muy motivada, con muchas ganas de demostrar cosas, de demostrarme cosas, pero estoy, dicho alto y claro, cagadita…

 

Y es que son muchas las incógnitas que me surgen. Es lo que tiene tener que competir en 3 disciplinas diferentes, con dos transiciones que no he hecho nunca, sin llevar mucho tiempo preparándome para ello. Y, ¿por qué lo hago?

 

Para empezar porque soy de ideas fijas. Hace un tiempo me hice daño en las rodillas por correr sin fortalecer bien mi musculatura y tuve que estar entre 3 y 4 meses casi parada. Tuve tiempo para convencerme que igual lo mejor que podía hacer era probar la piscina. La probé. Me gustó. No me ahogué. Pensé “tampoco nado tan mal”. Me convencí. Y me apunté a un Triatlón. Así, sin más. Con dos ovarios.  Esto del deporte engancha hasta un punto que no me creía capaz. Siendo una deportista totalmente amateur -y muy normalita en cuanto a tiempos se refiere-, me sorprende lo que me puede llegar a gustar entrenarme para un reto. Me encanta, me motivo, me sirve de terapia, lo disfruto… de momento. Ahora habrá que ver si lo disfruto también el día de la prueba.

 

Vamos a desengranar mis dudas en torno al Triatlón. Atención a la cantidad de material y nomenclatura nueva (segmento, transición, calas, tritraje, boxes…). Si incluso hay hasta penalizaciones, y técnicas para dejar hasta el casco colocado estratégicamente para no perder ni medio segundo en la transición (la T1: paso del agua al segmento de la bici; la T2, paso de la bici al último segmento, el running).

 

El agua: En un canal mejor que en mar abierto

En los últimos días he soñado un par de veces que hay una inundación y tengo que salir nadando como puedo. Así que tal vez sí que me estoy llevando la ‘angustia’ a la cama. Hace dos meses y medio empecé a entrenar con un grupo natación. A la segunda piscina nadando un poco rápido (siendo la más lenta está bien que considere que eso era rápido) creía que me ahogaba. Nunca me había pasado, tuve que remontar como pude a braza, sacando aire de donde parecía que no tenía. Era mi primer día de entreno. Pero así, xinu xano, hice 1200 metros. 48 piscinas. Y de ahí, otro día 1350, 1500 i 2000 metros en una hora de entreno. He mejorado en cuanto a la respiración, controlo bastante bien en mi ritmo tranquilo. Así que pensar en el reto de nadar 750 metros lo empecé a ver posible. Sólo había un pequeño ‘problemilla’ que resolver… El mar.

 

Y es que la mayoría de triatlones se hacen a mar abierto, con el problema que yo no me baño nunca en el mar. Bueno, mojarme un poco en la orilla si hace mucho calor aún, pero nadar sin ver el fondo?? Y sin tocar el suelo?? NUNCA… Yo y el agua no nos llevamos muy bien. Así que la opción de nadar en un canal cerrado, sin corrientes, olas, (¿¿bichos??), me dio el empujón definitivo. De ahí que la haga antes de lo que tenía previsto. Tengo que decir que tampoco me emociona nadar en el Canal, pero en una piscina no hacen Triatlones... Así que si salgo entera del agua ya habré superado una de mis fobias. Si el intento sale bien no descarto entrenar alguna vez en el mar… Y luego ya se verá. Quién algo quiere algo cuesta. Y está claro que yo quiero, y que costarme, me costará.

 

La Bici: Ir a rueda?? Bastante tengo con no caerme de la bici!

Supongamos que hago bien el primer segmento -otro capítulo a parte de merece el neopreno, ponértelo y sobretodo como quitártelo mientras corres, pero ya mejor en otra entrada del blog... Si salgo viva del agua, llega el momento que casi me da más respeto: la bici. Seguramente es porque me considero más bien patosilla. Sé ir en bici, aprendí como todo el mundo cuando era pequeña, pero no la he llevado mucho, y menos en competición. De hecho es lo que llevo peor entrenado con diferencia. He salido sólo un día...

 

A este paroma hay que añadir que correré con bici de carretera (diferente manillar, y manera de cambiar las marchas, a parte de super ligera y de rueda finísima), y que, claro está, hay más gente que compite y la probabilidad de darle a alguien o que me den la veo más que cercana... De hecho me río cuando aquellos expertos en cycling me dicen “pero ya sabes ir a rueda?”... “Perdón?? Bastante tengo con no caerme de la bici”

 

El Running: Mi salvación.. o mi condena?

Pues si no me caigo, habré cubierto los 18km del recorrido del Fast Triatlón del Canal Olímpic y encararé el último segmento: 5km corriendo. La verdad es que me imagino llegando a este momento, superados las dudas y los miedos anteriores, y lloro de emoción. Si algo sé hacer, es correr; y si algo llevo mas años entrenando, es correr. Además es fácil. Si no puedes dar más, aflojas, pero sin la presión de tener una bici enloquecida tras de ti, o de sumergirte si te despistas en lo más profundo del canal. 

 

Así que mi única duda en este segmento es cómo estarán las piernas, dicen que pesan como demonios después de la bici y que realmente cuesta correr. Lo comprobaré en breve, porque de nuevo es algo, que nunca antes he probado.

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